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Luis H. Barreto

La necesidad de auditar el software de la Registraduría


El análisis gráfico de la divulgación de los resultados electorales del 29 de mayo de 2022, arrojan un comportamiento estadístico tan perfecto, que contradice los resultados esperados de un proceso tan aleatorio como son las votaciones electorales. Las dudas razonables planteadas a lo largo de este escrito, urgen la imperiosa necesidad de que el software de la Registraduría y el de los contratistas externos sea rigurosamente auditado.





I. Características de la divulgación de los resultados electorales


Una vez cerradas las votaciones a las 4 p.m. del pasado 29 de mayo, la Registraduría Nacional divulgó los resultados emitiendo un boletín cada 5 minutos. En la gráfica 1 se muestra el porcentaje acumulado de la divulgación de la votación total a medida que la Registraduría iba emitiendo los boletines.


En el boletín 19 divulgado a las 5:40 p.m. se alcanzó el 99% de la votación total. El 1% de los votos restantes se divulgó entre las 5:45 p.m. y las 9:45 p.m. con la emisión del último boletín 68.


Gráfica 1


Es importante destacar la estrecha relación que existe entre la proporción de votos y la proporción de mesas que cada boletín reportó, lo que supondría que existió una votación constante en cada mesa a medida que avanzó el preconteo.


Ciertamente, al medir el coeficiente de correlación entre las dos variables de la gráfica 1 se encuentra que este es igual a uno, lo que permite inferir que allí existe perfecta correlación positiva que, en términos estadísticos, indica que los votos y las mesas crecieron a una tasa de variación similar a medida que fue avanzando la divulgación de los boletines.


Para comprender la gráfica 2 es necesario primero fijar como referente la participación de los 3 candidatos en la votación total divulgada en el boletín 1: 45% Gutiérrez, 32% Petro y 14% Hernández. En la gráfica que en el boletín 2, Petro crece más que Hernández y Gutiérrez; en el boletín 3 el crecimiento es negativo para todos, pero mucho más para Gutiérrez; en el boletín 4 sólo Hernández crece positivamente y los demás caen; en el boletín 5 Petro es el que más crece seguido de Gutiérrez y Hernández; en el boletín 6 se invierte el orden, puesto que Petro es el que menos crece y Hernández el que más crece seguido de Gutiérrez.


Gráfica 2

Hasta el boletín 6 se evidencia unas compensaciones de crecimiento y decrecimiento entre los candidatos. En ese momento eran las 4:35 p.m. y el nivel acumulado de votaciones era del 5% del total, recogidas del 9% del total de mesas de votación. La participación de votos por candidato en ese momento fue: Petro 41%, Gutiérrez 24% y Hernández 27%.


Lo más importante de visualizar en la gráfica 2 es que a partir del boletín 7 se estabilizan las tasas de variación al volverse homogéneas para los tres candidatos, lo que explica que las proporciones alcanzadas por cada candidato hasta el boletín 6, se mantendrían hasta el final.


En la gráfica 3 se ilustra la divulgación del número de votos no acumulados reportados por cada boletín. Las curvas de la votación para cada candidato toman la forma de una campana, lo que en estadística se conoce como distribución normal.


Gráfica 3


De esta gráfica 3 llama la atención las siguientes características:


  • Seis de los ocho candidatos (Petro, Gutiérrez, Rodríguez, Gómez, Betancourt y Pérez) alcanzan la mayor votación en el boletín 10 divulgado a las 4:55 p.m. y los otros dos (Hernández y Fajardo) alcanzan esa votación máxima en el boletín 11.

  • Existe una casi perfecta simetría entre el punto de mayor votación para cada curva y su lado izquierdo (creciente) con el lado derecho (decreciente).

  • Existe un paralelismo entre las curvas de divulgación de votaciones de los candidatos, es decir, no se cruzan entre ellas.

  • Existe una proporción creciente de la curva de divulgación de las votaciones para Gustavo Petro con respecto a las curvas de divulgación de los demás candidatos.

  • Esa proporción es más o menos constante entre las curvas de divulgación de las votaciones de los candidatos Hernández y Gutiérrez.


Ahora bien, en la gráfica 4 se ilustra cómo fue evolucionando la participación porcentual de la votación de cada candidato en el total de votos, a medida que fue avanzando la divulgación de los boletines de la Registraduría.


Gráfica 4


En esta gráfica 4 se observa lo siguiente:


  • La votación conjunta por Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández nunca estuvo por debajo del 50% de la votación total. A lo largo de la divulgación de los boletines mantuvo un promedio del 52,6%.

  • La votación por Gustavo Petro fue el 32.2% divulgada en el primer boletín a las 4:10 p.m. y fue creciendo hasta el 41.2% en boletín 5 divulgado a las 4:30 p.m. En este momento solamente se tenían pre-contadas 5.275 mesas de un total de 103.361 mesas a nivel nacional, es decir solo el 5.1% de las mesas. Entre tanto, la votación total registrada para candidatos[1] en este boletín 5 fue apenas de 483.846 votos, equivalente al 2.3% del total de la votación registrada para candidatos.

  • En el boletín 19 el preconteo registró el 98,9% de los votos por candidatos y el 98.5% de las mesas. Entre el boletín 5 y el boletín 19 transcurrió una hora y 10 minutos. Es decir, a las 5:40 p.m. ya se tenía listo los resultados.

  • Entre el boletín 5 y el boletín 19 se divulgó, durante 70 minutos, el 93.4% de las mesas y el 96.6% de la votación total. Durante ese lapso de tiempo, los resultados de la participación de cada candidato en la votación total fueron monótonos[1], es decir no cambiaron: Gustavo Petro el 40%, Federico Gutiérrez el 24%, Rodolfo Hernández el 28%, Sergio Fajardo el 4% y otros el 4%.

En la gráfica 5 se observan las mismas variables de las gráficas anteriores, pero solamente para el candidato Gustavo Petro. Lo primero que se corrobora es la correlación perfecta entre el porcentaje acumulado de votos y el porcentaje de mesas contadas por cada boletín.


Gráfica 5


Lo segundo que se observa y que es de enorme trascendencia, es la pendiente de la curva de la participación porcentual de la votación de Petro en el total de la votación. Hasta el boletín 5 se aprecia una curva ascendente bien empinada, pero en el boletín 6 esa tendencia cambia abruptamente y la pendiente desaparece, de tal suerte que se forma un ángulo de 90 grados entre ambos boletines.


Es importante recalcar que cuando sucede este cambio abrupto de pendiente con la divulgación del boletín 5, solamente se tenía contado el 2.8% del total los votos y el 5.1% del total de las mesas.


La gráfica 6 muestra la situación totalmente contraria para Federico Gutiérrez, puesto que, para la votación de este candidato, se observa una curva descendente desde el 45% de la votación total en el boletín 1 hasta el 29% en el boletín 5, luego sigue descendiendo hasta el 24% de la votación en el boletín 7. Esa tendencia descendente se interrumpe y se estabiliza en ese último porcentaje hasta el final de la divulgación del total de los boletines.


Gráfica 6


El juego de suma cero en la distribución de las votaciones entre los candidatos, evidencia que lo que unos pierden otros lo ganan. La gráfica 7 muestra una evolución de la votación de Rodolfo Hernández contraria, pero simétrica, a la que se mostró en la gráfica 6 para Federico Gutiérrez: crece desde el 14% de la votación total en el boletín 1 hasta el 22% en el boletín 5. Luego sigue creciendo hasta el 28% en el boletín 7. A partir de allí se estabiliza es este último porcentaje hasta el boletín final.


Gráfica 7


II. Contraste frente a las consultas interpartidistas del 13 de marzo

Si la gráfica 1 se transforma en solo flujos de votos por boletín, es decir no stocks acumulados, tanto para el número de mesas como para el número de votos, se tiene la parte superior izquierda de las gráficas 8, en la que también se evidencia esa perfecta correlación entre ambas variables.


Si a ese referente se le contrasta, por ejemplo, con los resultados de la divulgación de las tres consultas interpartidistas que se llevaron a cabo el 13 de marzo, se obtiene que esa perfecta correlación ya no existe. Es decir, que la proporción de votos es diferente a la proporción de mesas, habida cuenta que sería una situación más real en el sentido de que cada mesa tiene una votación distinta tanto en cantidad de votantes como en proporciones distintas por cada candidato.


Así lo demuestran los componentes inferiores (izquierdo y derecho) y el componente superior derecho de las gráficas 8, las que se refieren a las consultas del Centro Esperanza, Equipo por Colombia y Pacto Histórico, las cuales no tienen esa correlación perfecta, que si muestra los resultados de la primera vuelta del 29 de mayo.


Gráfica 8

De igual manera, en las gráficas 9 se hace este mismo contraste con la divulgación del número de votos por candidato y por boletín, cuyo componente superior izquierdo es la misma gráfica 3 mostrada atrás, de la cual ya se dijeron sus propiedades: perfecta simetría, paralelismo entre las curvas de cada candidato y proporción constante entre las curvas.


Para las consultas interpartidistas del 13 de marzo (componente superior derecho e inferiores izquierdo y derecho) se evidencia todo lo contrario:

  • Las tres consultas son asimétricas: el lado de las gráficas que muestra el boletín 10 o 11 hacia la izquierda es diferente al lado que va desde estos boletines hasta el boletín 19.

  • No existe paralelismo entre las curvas que representan las votaciones de los candidatos. En las tres consultas se entrecruzan las curvas de dos o más candidatos, lo que significa que no hay una proporción constante de votaciones por mesa y candidato, sino que refleja una situación más aleatoria de la vida real.

  • Las proporciones entre las votaciones de los candidatos en las tres consultas son siempre variables. En las consultas del Pacto Histórico y en el Equipo por Colombia es donde más se evidencia esa desproporción de un candidato con respecto a los demás. Esto confirma que no hay homogeneidad en las votaciones ni por mesa ni por boletín, como si se evidencia en las elecciones de la primera vuelta del 29 de mayo.

Gráfica 9


III. Conclusiones


La divulgación de los resultados electorales del pasado 29 de mayo, muestran indicios de situaciones que difícilmente pudieron ser reales: la perfecta simetría, el paralelismo entre las curvas que representan las votaciones y las variaciones iguales en las votaciones para cada candidato después del boletín 7.


Un comportamiento con estas características solo podría presentarse si las proporciones de votantes fuesen iguales para cada mesa y para cada candidato reportados en cada boletín, de tal suerte que siempre se obtuviese el mismo resultado en todos los boletines.


Este hallazgo se convierte en un indicio de carácter técnico que ponen en duda la realidad de los resultados electorales del 29 de mayo. En la medida que sobre estos resultados no existen publicados más elementos de juicio que permitan profundizar el análisis y mucho menos cuando los formatos E14 validaron esta información en el escrutinio final, lo único que queda es tomar un punto de referencia que permita inferir si los indicios encontrados podrían tener un asidero verdadero o falso.


En ese sentido, se contrastó el resultado de la votación de la primera vuelta del pasado 29 de mayo, con el resultado de las tres consultas interpartidistas llevadas a cabo el 13 de marzo. El propósito ha sido observar si estas mismas características técnicas también existen para las consultas.


El contraste evidencia que en las tres consultas no existió esa simetría perfecta, ni tampoco ese paralelismo entre candidatos y mucho menos que haya existido una variación uniforme en cada una de esas tres votaciones. Ciertamente, las tres consultas revelan una situación más real y objetiva como la intuición lo espera de la realidad y mucho más sabiendo del carácter aleatorio en la recopilación de las votaciones por cada boletín. Es decir, en cada mesa de cada zona existen proporciones distintas de votaciones por candidatos; y cada boletín que la Registraduría publica, refleja precisamente no solo esa diversidad sino la recopilación aleatoria de la misma.


Lo hallado en este documento, plantea las siguientes dudas razonables:


  • ¿Es posible que con solo el 5,1% de las mesas y el 2,3% de la votación total, se defina una tendencia representativa de votación de candidatos que se preserve hasta contar el 100% de las mesas, 5 horas y 40 minutos después?

  • ¿Es normal que la tendencia creciente de alguno de los candidatos se interrumpa abruptamente en reportes tempranos (boletín 5), para mantenerse en una especie de techo hasta el final? ¿por qué esa tendencia no se revertió, es decir, descendió por debajo del techo?

  • Si la divulgación de los resultados electorales es aleatoria: ¿por qué el porcentaje acumulado de la votación coincide con el porcentaje acumulado de las mesas? ¿todas las mesas tuvieron el mismo número de votantes? y ¿todos los sufragantes de cada mesa, votaron en proporciones iguales por cada candidato? ¿Por qué en las tres consultas interpartidistas sucedió distinto?

Es urgente prever que para las votaciones del próximo 19 de junio haya una auditoria de sistemas, ojalá de veedores internacionales, altamente calificada al software de la registraduría y al de los contratistas externos que recopilan y transmiten información de los formatos E-14.


También es importante que el Pacto Histórico disponga de todos sus militantes para que, en calidad de testigos electorales, no se pierda en ningún momento la trazabilidad de los votos para cada una de las 103.364 mesas en todo el país. El preconteo se debe tomar directamente de las mesas con fotos de los formatos E-14 que se transmiten.


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