La personería jurídica es un gran logro político para nuestro movimiento, pero trae sus riesgos y oportunidades. El riesgo es convertirnos en un partido político que no asuma una forma de organización de acuerdo con las exigencias del siglo XXI en el contexto de democracias que requieren profundizar la capacidad de manejar los conflictos de sociedades cosmopolitas, diversas y complejas; y, por el contrario, regrese a formas de organización del siglo XIX, rígidas, estáticas, basadas en el comando y control o el centralismo democrático.
La oportunidad por el contrario es la consolidación de un movimiento de masas, que logra competir en la política electoral, porque logra en su forma de organización generar poder descentralizado, poniendo al ciudadano en su ámbito cotidiano en el centro de la transformación democrática. Un movimiento cuyos miembros logran verse como un medio, un canal, un proceso de transformación permanente para empujar los cambios hacia una sociedad más democrática e igualitaria, y no como el fin mismo del cambio.
Esto exige otras formas organizativas con base en otra concepción del poder. En vez de que el poder se ejerza desde los liderazgos representativos o de élite partidista, se entiende que es la movilización de la sociedad en red en dónde reside el poder de transformar. No se eliminan los liderazgos, si no que estos se entienden al servicio de las multitudes, quienes lideran, innovan y avanzan, mientras los liderazgos hombro a hombro contribuyen a poner al servicio de las mayorías su voz, capacidad y rol institucional.
De esta forma fueron concebidos los estatutos de Colombia Humana, los cuales han sido puestos en práctica en todo el país sin la formalidad de la personería jurídica. En los estatutos, es la asamblea en el municipio o en el distrito en dónde reside la mayor capacidad de toma de decisiones. Los nodos autogestionados por causas, poblaciones, intereses, se constituyen en la base de movilización y organización, y los liderazgos de la estructura formal, tienen el rol de facilitar la capacidad de articulación de la red, de facilitar los procesos políticos y de generar las capacidades, herramientas y orientaciones políticas para generar el poder de acción colectiva desde la diversidad democrática.
En este camino, se han constituido nodos en múltiples municipios, se han realizado asambleas y han salido iniciativas, que, sin coordinación central, si no a través de la información en red confluyen en poder colectivo. Por ejemplo, nuestra capacidad de movilización en el Paro Nacional, nuestra defensa de los derechos humanos en el territorio, nuestra posición clara de estar al lado de los y las más vulnerables.
Hemos avanzado en la constitución del Centro de Pensamiento de Colombia Humana y desde allí se ha lanzado la plataforma, que hoy nos permite inscribirnos como nodos e individuos, trabajar colectivamente, realizar asambleas y reuniones y tener un lugar común de intercambio de experiencias e información.
Ahora la personería jurídica viene a reforzar este proceso, para permitirnos competir en elecciones con todas las garantías de ser un movimiento político reconocido ante la ley, y por lo tanto gozar de las mismas condiciones que otros partidos y movimientos. La personería jurídica nos permite equilibro en la cancha. Podemos demostrar que somos un movimiento de masas que puede lograr competir en la política electoral, un movimiento abierto a la ciudadanía que quiere un cambio. Es la oportunidad de generar un gran movimiento Caórdico. Suficiente caos para mantenernos creativos y en movimiento, suficiente orden para tomar decisiones con legitimidad democrática para seguir empujando un proceso que consolide el movimiento en red.
La oposición y los escépticos, apostarán a que “esta será otra estructura que Petro destruirá” y que no superaremos el “caudillismo”. Vamos a demostrar que será un movimiento que viene a revolucionar la política, porque pone en el centro a la ciudadanía del común y el territorio, Colombia Humana profundizará el cambio en la forma de hacer política en Colombia. Estoy convencida que ¡PODEMOS!
Deconstruir, sera el reto que asumiremos unos mas qie otros. En el camino encontraremos errores, oposiciones concientes e inconcientes, logros, avances y retrocesos.
Por lo pronto, pululan los egos, las roscas, los sabelo todo, los que se creen que el mundo no pueden existir sin ellos y eso incluye a CH y PH.
Esos mal nacidos de hecho, no podran impedir avanzar o evitar que podamos, sobre la base que todos, les haremos cambiar porque seremos mayorias, dispuestos a seguir el camino correcto de los verdaderos e inevitables cambios.